Se acabaron los Machos en La Rioja

Lo que pasó en Aimogasta me hizo acordar algunos pasajes del Manosanta y la Brosky. Me imagino el diálogo:
Adriana: - Y este fin de semana me fui a Rosario por la Autopista.-
Monosanta: - ¿¡A Rosario!?...-
- Sí. ¿Conoce Rosario Maestro?...-
- No... ¡Nunca estuve en Rosario!... - Dice Olmedo mirando la cámara con los ojos muy grandes.
- ¿Sí?. Yo hubiera jurado que si. Bueno. Me fui este fin de semana en el Fiat 600 que me compró Papá...-
- ¡Tu viejo te compró un 600!. ¡Que bueno!...-
- ¡Si Maestro, pero tuve un percance!...-
- ¡Un problema!. ¡Que te pasó bebota!...- Y Olmedo la abraza a la Brosky, que está con una minifalda cortísima, muy ajustada.
- ¡Si Maestro!. ¡Pinché un cubierta!...-
- ¡En medio del camino!. ¡Ya sé!. ¡Te bajaste y buscaste el cricket para cambiar la cubierta!.-
- ¡Si Maestro, pero cuando abrí el baúl, me dí cuenta que no tenía cricket!...-
- ¡¡Como que no tenía cricket el auto!!. ¡¡Pero que te compró, el miserable de tu viejo!!...-
Le dice abrazándola y acariciándole el pelo rubio.
- ¡¡No tenía cricket Maestro!!. ¡¡Y se hacia de noche!!. ¡¡Y yo solita en medio de la ruta!!...-
- ¡¡Pobrecita mi amor!!. ¡Y que hiciste!...-
Y la Brosky, inclinándose hacia delante, hace visera con la mano.
- ¡Y busqué si había algo cerca!. ¡Y busque y busque!, hasta que descubrí un local viejo unas cuadras delante de donde estaba con el auto, al lado de la ruta.-
- ¡Y te fuiste para allá a pedir auxilio!...-
- ¡Sí Maestro!. ¡Caminé y caminé!. ¡Solita de noche!. ¡Con miedo y frío!...-
- ¿Cómo estabas vestida?.-
- ¡Con este mismo vestido maestro!...-
Y se da vuelta y le muestra al Manosanta la minifalda ajustada. Olmedo la mira con los ojos muy grandes y le sale humo debajo de la peluca.
- ¡Maestro se esta prendiendo fuego!.- Le dice ella desesperada.
- ¡No no te preocupes!.- Le contesta acomodándose la peluca nuevamente.- ¡Contame que te pasó!.-
- ¡Empujé la puerta de entrada y vi una mesa larga y un televisor prendido!. ¡Varios hombres sentados a la mesa comiendo!.-
- ¡No me digas!...¡Eran camioneros que comían!...-
- ¡Si Maestro!. ¡Y les dije!: “¿Alguien me puede ayudar?. ¡No tengo cricket!”..-
- ¡¡No me digas nada!!. ¡¡Y todos se dieron vuelta para mirarte!!...-
- ¡Si Maestro!...-
- ¡¡Y vos allí solita en la puerta con esta minifalda!!...-
- ¡Si Maestro!. ¡Hasta que uno se levantó y vino hacia mí!...-
- ¡¡No me digas nada!!. ¡¡Se te acercó con la lengua afuera, los ojos inyectados en sangre!!. ¡¡Mostrando los dientes como un lobo en celo!!...-
Y Olmedo busca la cámara, baboso, muestra los dientes con la boca abierta.
- ¡¡NO, no Maestro!!...-
-¿¡Como no!?.-
- ¡No Maestro!. Se me acercó moviendo la cadera y me dijo: ¡Rubia. Yo te presto el cricket, si me prestar el lápiz de labio!…-
- ¡¡NO!!. ¡¡Era un traga!!...-
- ¡¡… Sable, Maestro!!.-

No miento. Esto nos sucedió en La Rioja. Nos tocó cenar en un comedor de Aimogasta. Estábamos cansados de todo el día de trabajo, del viaje desde Tinogasta, por Costa de Reyes. En el comedor, había una mesa preparada, como para veinte personas. Nosotros nos sentamos al lado. Mientras nos preparaban la comida, fueron llegando los comensales. Trabajadores, barbudos, sucios, varios todavía con su ropa de trabajo. Algunos con esos lomos que solo se ven en “100 % lucha”. Cuando se sentaron, tomaron el control de la tele y comenzaron a buscar entre los canales del cable. Nosotros los mirábamos. Pensamos: “Seguramente se reúnen para ver el partido de Estudiantes”. Buscaron, buscaron entre los canales, hasta que uno dijo:
- En este cable, es en el canal 40.-
Y pusieron el canal 40. Para nuestra sorpresa, luego de las propagandas, a las nueve de la noche, los señores hicieron silencio, prestaron máxima atención y se pusieron a ver: “Pasión de Gavilanes”…
¡¡Sí!!. ¡¡Los Monstruos esos se reunían para ver una novela!!...

¡¡Que lejos quedaron esos tiempos en que El Turco Menem amontonaba minas en el bunker de “Aniyaco”!!... ¡Volvé Carrrlitos!. ¡Volvé!...

¡¡Como Extraño a Olmedo!!...