Deseamos que se conduzca como un hombre civilizado, sin embargo el Tehuelche se resiste. Con esa resistencia silenciosa que no sabemos si es propia ó de su pueblo, ó tal vez mañas adquiridas. Es evidente que Roca se olvido de ajusticiar al padre. Pero,… así estamos hoy. ¡El otro día me hizo la máxima!. Tiene una costumbre, no admitida en nuestra sociedad de blancos nórdicos impolutos. Cuando la comida le gustó, uno se da cuenta enseguida. ¿Porqué?. Porque saca pedazos de pan, los pincha con el tenedor y limpia el plato hasta que los deja reluciente. ¡¡Algún día se va limpiar con el pan el impreso del plato de algún hotel y lo va a entregar perfectamente blanco!!. Me lo hizo el otro día. Y no conforme con haberlo hecho en la comida, pidió el postre. ¿Qué pidió?. Flan. Donde el dichoso flan, iba acompañado de unas vueltas de caramelo. Yo noté al final un brillo extraño en su ojo izquierdo. Miró el plato. Sacó otro pedazo de pan. Yo dije para mi adentro: “¡¡No puede ser!!”… ¡¡Y fue!!. ¡¡Limpió el caramelo con el pan y dejó el plato hecho un espejo donde te podías mirar las arrugas subcutáneas!!.
¡¡Volvé Roca, volvé!!. ¡¡Todavía te queda uno!!...
Aclaración: Esto es una broma de Oficina. Roca nunca me gustó... Y lo que hizo con los indios fue un verdadero Genocidio. No hay justificación.
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