domingo, 24 de mayo de 2009

Despertar del día después. Primer final.


La vida es una sucesión de impresiones. Escribo esto y escucho en los auriculares a Brian Ferry que canta “Esclavo del amor”. Y realmente con el tiempo, siento que fui eso, un “Slave to love” durante trece años. Trece años en los que todos los días me levantaba en silencio, sin encender la luz, me vestía a oscuras. Durante los que escuché de vez en cuando, el trinar de algún pájaro, detrás de la persiana cerrada, para evitar la entrada de la luz en la mañana. Y ese silencio de mausoleo que siempre envolvía la casa. Parecía un sacerdote con votos de silencio. Así durante trece años. ¿Cuando me dí cuenta que me había separado?. La primer mañana que me desperté fuera de casa. ¿Como fue?.
Dormía profundamente. Estaba transpirado, sobre una cama que no olía a sábanas limpias. Habíamos tomado cervezas hasta las dos de la mañana en el patio de la casa que me hospedo por esos días. De pronto, con el volumen a full, en el equipo de música del living, alguien comenzó a cantar en portugués: “Vosse abusó. Sacó provecho di mi abosoo...” Eran las siete de la mañana.
Me senté violentamente en la cama y abrí los ojos. Me di cuenta que estaba en otro dormitorio. Los clásicos enganchados sonaban atronadores en el living e invadían toda la casa. Cerré los ojos. Me di cuenta que ya nada sería como antes. Que la vida había cambiado. Pensé en mis hijos y se me hizo un nudo en la garganta. Desde otro de los cinco cuartos, sentí la voz de mi amigo Gerardo que gritó:
- ¡¡Quién se va ha bañar primero!!...-
- ¡¡Yo!!...¡¡Yo me baño primero!!...-
Grité pensando en lo mucho que me costaba entrar en un baño con el piso mojado.
Y me levanté descalzo, en calzoncillos. Al pasar por uno de los dormitorios, me tiraron un toallón duro con olor a sucio. Me acordé de los toallones de mi casa, que invariablemente les sentía la suavidad al tacto y el olor al suavizante perfumado.
- ¡¡El que se levante primero que ponga el agua en la cafetera!!...-
Gritó otra voz desde otro cuarto. En el contacto con el toallón con olor a sucio y apelmazado, me di cuenta que mi vida había cambiado...

¡¡Que lindo tema el de Brian Ferry!!... ¡Es excelente!...

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