Tengo un ritual todas las mañanas. Me levanto a las seis. Voy al baño. Cierro la puerta y enciendo la radio en Cadena 3. Escucho la Hora, la temperatura, la humedad, y el pronóstico de máxima. Así se que me tengo que poner, ó que abrigo voy a llevar. Mientras hago mis buches con Plax, y me lavo los dientes, escucho las primeras noticias de la mañana. Atiendo la “Llamada de amor indio”, je, je… Luego me afeito, me baño con agua tibia. ¡¡Mucha, siempre mucha!!. ¡¡Qué hermoso es el baño en la mañana!!. ¡¡Te despierta totalmente!!... Luego salgo y voy a mi dormitorio, le abro a Chicho y Rita para que salgan a hacer, su pis de la mañana. Me visto y cuando estoy listo, voy al dormitorio de mi hijo Leonardo. Desde hace dos años, cuando su madre se peleó con él, se vino a vivir conmigo. Nos peleamos seguido, pero nunca nos dejamos de pedir perdón cuando nos equivocamos. Lo odio durante el día por un montón de costumbres y cosas diferentes, pero en ese momento, a las 6:45 de la mañana, ¡¡lo perdono todos los días!!. Voy hasta su cama, lo doy vuelta, le doy un abrazo y un beso fuerte. Mi flaco ya tiene la barba dura, pero para mí es gratificante a esa hora abrazar a KIKI. Como dice Antonio: “¡¡El KIKI ya tiene las b----- que hacen surcos!!!”… ¡¡Pero para mí siempre va a ser KIKI!!.
Ese abrazo y ese beso en la madrugada es algo que recuperé después de la separación…
La vida tiene esas vueltas ja!
ResponderEliminarAsique ninguna queja por acá!