domingo, 17 de mayo de 2009
Viaje a Villa Unión
Viaje a Villa Unión (La Rioja linda).
La Rioja está como dividida en dos partes: el llano y la precordillera con su macizo andino. De las dos partes, la más hermosa, para mi gusto, es la segunda. Y dentro de esta segunda zona, la de Villa Unión me parece una de las mejores. Por sus paisajes, por sus lugares turísticos para visitar, por la presencia de los Parques Nacionales, por su tranquilidad. ¡Que excepcional la tranquilidad de esos lugares!. ¡Sería la envidia de todo porteño!.
A Villa Unión, se llega por la 38, luego de dejar el árido del llano y Chamical, doblando hacia la izquierda en el primer desvió a la entrada de Patquía, por la provincial 150 en dirección a Paganzo. ADVERTENCIA: Es conveniente cargar combustible en Patquía, porque tenemos 200 Km sin ninguna estación por delante. El espectáculo comienza a 80 Km de Patquía, partir de Paganzo, donde nos vamos internando en una suerte de montañas, primero verdes, luego con extrañas formaciones como de castillos que hubiesen surgido empujados desde debajo de la tierra. Para luego entrar en una zona muy árida con formaciones similares al Valle de la Luna. En realidad, a 45 Km desde Paganzo, estamos pasando a la altura del famoso valle de los Sanjuaninos, a unos 15 Km del Valle de la Luna. Pero estamos miramos el valle por la puerta de atrás. La ruta es magnífica, una verdadera cinta perfecta que serpentea por formaciones extrañas y una enorme planicie en altura donde se encuentra el Parque Nacional de Talampaya. Una verdadera maravilla. Durante el viaje, dentro del Parque, cruzando esa planicie de unos 120 Km con varias ondulaciones, pudimos ver cinco ñandúes que escapaban a la carrera al ver la camioneta. Zorros que se perdían entre las matas del costado del camino. Algunas perdices que corrían cruzando la ruta y también una Liebre Mara. Todo producto seguramente de la prohibición de cazar por la zona. Los animales buscan refugio en los lugares donde no los agreden. En el viaje uno pasa por frente a la casa de los Guarda parques. Una casa del mismo color de la tierra que las rodea, siempre media colorada. Con buena comodidad, DirecTV, camioneta, radio para estar conectado. ¡¡Me imagino el cielo que verá el Guarda parque, cuando apaga las luces en la noche!!... ¡¡Debe ser descomunal!!... ¡¡Se sentirá dueño de la Vía Láctea!!. ¡Rodeado de la nada, con el pueblo más próximo a 70 Km!... ¡Y las estrellas que lo rodean como un casco!... ¡Debe ser brutal!... ¡¡Cómo lo envidio!!...
Luego de pasar Pagancillo y treinta Km después, el puesto de la Policía de La Rioja, se llega a Villa Unión.
Villa Unión:
La entrada es hermosa. Es la entrada de un pueblo con algunas casas de adobe, alguna vid a los costados, hilera de álamos en algunos tramos para frenar el viento. Esos pueblos tranquilos, donde todo el mundo se conoce, y sin conocerte, todos te saludan. En la avenida de entrada, hay dos hoteles de cuatro estrellas. Dicen que son del mismo dueño. El señor debe tener algo de dinero, porque son excelentes. A mano izquierda, está el Hotel Cañón de Talampaya – Ruta 76 – Km 272 – Tel: 03 825 470753 – www.hotelcanontalampaya.com - Es excelente, con habitaciones en departamentos separados, con entrada para vehículo individual, una entrada ambientada en rústico de muy buen gusto, cable, pileta de natación, y buena atención. En la página se pueden ver las comodidades. A la derecha, se encuentra el Hotel Pircas Negras – Ruta 76 – Acceso Sur – 03 825 470611/12 – www.hotelpircasnegras.com - Es excelente. Un hotel en dos plantas, con todas las comodidades, un generosa parque con la pileta principal. Un detalle: Tiene una vista excepcional. Sentado en las reposeras del parque, uno tiene al este, la imagen de la cadena del Famatina con sus cerros siempre nevados (Fabio me dice que es granizo, que dura todo el año). ¡¡Bellísimo!!... Al oeste, las primeras estribaciones de los Andes. Con los primeros cerros bajos de color ladrillo, y cerros azules y verdes detrás. ¡¡Los paisajes cambian a medida que el sol los ilumina de distinta forma durante el día!!. Nuevamente: ¡¡Bellísimo!!.
En el pueblo hay otro tipo de alojamientos más económicos. Hay desde cabañas a la entrada a $20 por persona. Hasta hoteles alrededor de la plaza. Es variado.
Les copio algunas fotos sacadas desde La Loma de Villa Unión. Un paisaje bucólico, para una pintura...
Visitas imperdibles:
La mencionada al Parque Nacional de Talampaya, donde hay tres circuitos, son siempre guiadas. Hay que ir temprano, porque a las cinco de la tarde ya no dejan ingresar más. Al Valle de la Luna por La Rioja. A la Cuesta de Miranda, y su paso por Sañogasta hacia Nonogasta y Chilecito. Donde se puede visitar las bodegas. A la Laguna Brava, que hay que ir con guía, porque se debe saber cuando subir, por donde ir y cuando bajar, porque se asciende mucho en la Cordillera. A San José de Jáchal (San Juan), por Guandacol que está a 143 Km de Villa Unión por la famosa Ruta 40. ¡¡Bello, bello, bello!!.
El datozo:
Fabio me convidó un vino Shyrá de Chilecito: “La Puerta Alta”. Me fijé y tiene el 13% de alcohol. Ultra suave. Sin ese desprendimiento de alcohol que tiene el vino cuando va hacia la nariz en el momento que uno se lleva la copa a la boca. Sobre cinco estrellas: Cuatro (Excelente).
Los sonidos del silencio:
Por una razón que no viene al caso, tuvimos que ir por la ruta 40 hacia Guandacol, por la ruta que va a San José de Jachal. A medio camino de Guandacol, está el sitio donde está emplazada la Repetidora de Telefonía de Agua del Medio. En medio de la nada, rodeada de cerros y distintas estribaciones montañosas. Es un lugar hermoso. El camino de acceso por la 40 es excelente, las vistas que muestra son bellísimas a cada paso. Tuvimos que bajar y hacer algunos trabajos allí. Cerca del medio día caminé solo hacia la ruta que pasa a unos ochenta metros de donde está emplazada la repetidora. Me paré en medio de la cinta asfáltica. Miré para ambos lados, viendo como la cinta se extendía sobre un camino ondulado. Una cinta perfecta, plana, lisa, muy bien marcada. Rodeada de cerros de distintas alturas de color ladrillo (el color predominante en la zona). Con colores azules en los lugares donde hay sombras, colores ocres y verdes suaves. El medio día era sin viento, a pleno sol, remarcando el azul celeste del cielo sin una sola nube. A lo lejos hacia el este, se podía ver la cadena del Famatina con sus nieves eternas. Hacia el Sureste, se distinguía la planicie del Parque Nacional de Talampaya. El camino se pierde entre cerros en su dirección hacia Guandacol. Pero en medio de tanta belleza, lo que llamó mi atención fue lo que las personas que habitan en la ciudad, no tienen ninguna posibilidad de disfrutar. NO SE SENTÍA UN SOLO RUIDO. EL SILENCIO EN MEDIO DE LOS CERROS ERA TOTAL. Me quedé unos minutos impactado por esa sensación de estar en otro mundo. De ser un hombre solo en medio del camino.
Hay cosas que no tienen precio, como dice la propaganda de cierta tarjeta de crédito, y el silencio total es una de ellas.
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